Tras 13 horas de un interminable viaje en autobús llegamos a Santa Marta.
Viajamos con la compañía Cundinamarca y uno de los conductores es bastante agresivo al volante, adelanta sin visibilidad en una carretera atestada de tráfico, aunque este comportamiento no es habitual, afortunadamente no pasó nada.
Nos acercamos al Parque de la Libertad de San Gil a desayunar, lo hacemos en el restaurante el Huerto. Todo muy rico, hay varias opciones sangiliano, socorrano, el huerto. Joaquín con infusión Torongil, sopa de huevo y arepa. María con titno un tamal que es un enrrollado en hojas y dentro lleva pollo (con hueso), garbanzos... Olga más convencional con tortilla con maíz, champiñones, queso y jamón.
Desayunamos en Casa Gadiel, en Colombia son habituales los huevos pericos (huevos revueltos con cebolla y tomate), los jugos y por supuesto el tinto (café solo). Todo muy rico.
Madrugamos y desayunamos en el alojamiento, impresionante con self service de tostadas, mantequilla, mermelada, café, cacao, zumo de fresa y sandía.
Estación de autobuses Norte de Bogotá
Salimos de Burgos a las 4:00 de la mañana directos al Aeropuerto Internacional Adolfo Suárez Barajas. Volamos con Avianca.
Compramos carne congelada que nos preparan en unas neveras en el Duty Free del Aeropuerto Ezeiza. Os lo recomendamos, la carne estaba brutal y aguantó perfectamente el viaje.
Nuestro último día en la capital porteña lo dedicamos a explorar el barrio de San Telmo.
Este barrio tiene mucho encanto y una gran personalidad. Callejeamos, disfrutamos de sus plazas, parques, terrazas y mercadillos. Las antiguas mansiones se dividieron en lo que llaman conventillos, bloques de pisos para familias pobres, aunque actualmente artistas y bohemios las ocupan.
Hoy visitamos el barrio de Boca y Puerto Madero.
Barrio de Boca
